Machu Picchu pierde 5,5 millones de turistas por gestión deficiente
A diciembre de 2025, Machu Picchu aún no ha recuperado los niveles de visitantes previos a la pandemia. Este año se ha registrado una recuperación parcial, con más de 1,1 millones de turistas entre enero y septiembre, pero las cifras siguen por debajo de las expectativas. Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), si se hubiera seguido la tendencia prepandemia, la ciudadela debería haber recibido 2,1 millones de turistas en 2025, lo que significa que las visitas están casi un 25% por debajo de esa proyección, acumulando un déficit de 5,5 millones de turistas desde 2020.
El impacto económico es significativo. Las estimaciones del IPE sugieren que la ausencia de turistas extranjeros —que representan el 95 % del total de visitantes a Machu Picchu— ha generado S/770 millones menos en ingresos por boletos, y ha contribuido a que el PBI regional del Cusco caiga cerca de 7 % respecto a la proyección prepandemia, afectando el empleo y comercio local.
Motivos que frenan el turismo
- Gestión deficiente de boletos y entradas
La venta de entradas a Machu Picchu sigue siendo un problema crítico para el turismo. De los 3,500 boletos diarios, alrededor de mil se reservan para venta presencial, obligando a los visitantes a hacer largas colas desde la madrugada, muchas veces sin garantías de conseguir su entrada. La plataforma oficial de venta en línea, tuboleto.cultura.pe, gestionada por el Ministerio de Cultura, también ha presentado fallas técnicas y colapsos en momentos de alta demanda. Además, existen denuncias de venta irregular y mafias que lucran con los boletos, revendiendo entradas a precios superiores o mediante métodos fraudulentos que ponen en riesgo la seguridad cibernética de los usuarios.
- Transporte limitado y bloqueos
Los problemas de transporte hacia Machu Picchu se intensificaron tras el fin de la concesión de los buses que trasladaban turistas desde Aguas Calientes hasta la ciudadela en septiembre de 2025. Aunque Consettur continúa operando provisionalmente, la falta de un nuevo operador ha generado bloqueos, interrupciones en el servicio ferroviario y retrasos en el acceso a la ciudadela, dejando a numerosos visitantes varados y afectando la experiencia turística. Un problema que está en manos de la Municipalidad Provincial de Urubamba y que no da señales de una pronta solución. Estas dificultades, registradas hasta finales de octubre, también han impactado la imagen internacional del destino, evidenciando la necesidad de una gestión más eficiente.
- Restricciones y planificación dificultosa
Otro motivo que desalienta el turismo en Machu Picchu es la prohibición de venta anticipada de entradas para 2026, tomando en cuenta que el visitante extranjero suele planificar con meses de anticipación un viaje de turismo. Asimismo los retrasos en infraestructura clave como el aeropuerto de Chinchero, limita la planificación de viajes y reduce la competitividad frente a otros destinos.
Propuestas para recuperar el turismo
Especialistas y organismos como el IPE plantean soluciones concretas:
- Digitalizar y transparentar la venta de entradas, evitando colas y sobreventa.
- Coordinar boletos con transporte terrestre y ferroviario, garantizando rutas seguras y eficientes.
- Crear nuevos centros de visitantes y accesos alternativos, descongestionando los puntos tradicionales.
- Integrar Machu Picchu con otros atractivos de Cusco, extendiendo la estadía de los turistas y diversificando la oferta.
El reto para 2026 no es solo aumentar el número de visitantes, sino resolver los problemas de gestión. Solo así Machu Picchu podrá recuperar su esplendor turístico, garantizar una experiencia segura y sostenible, y generar beneficios amplios para la región y el país.