La inversión aeroportuaria avanza, pero no basta para recuperar el turismo

El Perú impulsa una de las más grandes inversiones en infraestructura aeroportuaria de las últimas décadas. Sin embargo, la llegada de turistas internacionales continúa por debajo de los niveles previos a la pandemia. Las cifras oficiales muestran que la brecha no se explica solo por la falta de infraestructura, sino también por problemas de conectividad, costos y gestión pública del sistema aéreo.
Redacción Vigilante Publicado 12:38 pm, 18 diciembre, 2025

Con una inversión que supera los US $5,800 millones, el Perú ha identificado una amplia cartera de proyectos de infraestructura aeroportuaria orientados a mejorar la conectividad del país. La mayor parte de este monto corresponde a la modernización de 17 terminales regionales mediante concesiones y adendas, que concentran inversiones por alrededor de US $4,800 millones, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

A ello se suman proyectos emblemáticos como la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, con una inversión cercana a los US $2,000 millones, y la construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero, en Cusco, con un presupuesto estimado de US $578 millones para distintas etapas de ejecución y planificación. Pero a pesar de la magnitud de estos recursos, el impacto sobre el turismo sigue siendo limitado.

Mejores pistas, terminales y servicios en aeropuertos regionales

Los 17 aeropuertos incluidos en dicha partida se agrupan principalmente en dos concesiones:

  • El Grupo 1 – Aeropuertos del Perú, abarca terminales en el norte y centro del país, incluyendo Cajamarca, Iquitos, Pucallpa, Tarapoto, Tumbes, Piura y Trujillo, entre otros.
  • El Grupo 2 – Aeropuertos Andinos del Perú, concentra terminales en el sur, como Juliaca, Arequipa, Ayacucho, Puerto Maldonado y Tacna.

En todos ellos, la inversión está destinada a rehabilitar pistas de aterrizaje y despegue, ampliar terminales y modernizar infraestructura complementaria, incluyendo plataformas, accesos y servicios aeroportuarios, para atender mejor la demanda de pasajeros y vuelos.

Según los estudios técnicos, se estima que estas obras beneficiarán a más de 40 millones de personas que transitan por la red aeroportuaria nacional, fortaleciendo la infraestructura de regiones que actualmente dependen en gran medida de Lima como centro de conexión y aumentando el potencial para captar turismo internacional de manera directa.

Brecha entre inversión y turismo internacional

No obstante, el turismo internacional que recibe el terminal limeño aún no recupera sus niveles prepandémicos. En 2019, Perú recibió alrededor de 5.27 millones de visitantes extranjeros. Para 2024, el país cerró con 3.2 millones, marcando un crecimiento de 29 % respecto a 2023, pero aún sólo alrededor del 74 % de los niveles previos a la crisis sanitaria. En términos sencillos, por cada 100 turistas que llegaban antes, hoy ingresan aproximadamente 74, y todavía faltan unos 26.

Según el gremio turístico, factores como la congestión en accesos terrestres y la tarifa de 11.86 dólares por pasajero en tránsito internacional limitan la competitividad del Jorge Chávez como hub regional y afectan la conectividad de los visitantes que solo utilizan el aeropuerto capitalino como punto de conexión.

Pendientes para potenciar el turismo

La recuperación del turismo no depende únicamente del aumento del tráfico de pasajeros. Uno de los principales retos es la limitada conectividad aérea regional: actualmente solo existen cinco rutas internacionales regulares fuera de Lima —tres desde Cusco hacia Bogotá, La Paz y Santiago de Chile; una desde Chiclayo hacia Ciudad de Panamá; y una desde Trujillo hacia Santiago de Chile—. Esta concentración mantiene la mayor parte del flujo internacional en el Jorge Chávez y reduce la capacidad de las regiones para atraer turistas directamente.

Otro desafío son los costos operativos (tasas aeroportuarias, combustible, mantenimiento) que afectan la rentabilidad de nuevas rutas, especialmente desde aeropuertos regionales con baja demanda internacional, mientras que la puesta en operación de proyectos estratégicos como Chinchero sigue pendiente. Cusco aún opera con infraestructura insuficiente, lo que limita la expansión de vuelos internacionales directos y refuerza la dependencia de Lima. Solo la inversión en infraestructura no garantiza la recuperación completa del turismo, se requieren medidas estratégicas que articulen conectividad, costos y operación de terminales.

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