Fecha: 17 diciembre, 2025 Tipo de cambio : s/ 3.366

La competencia portuaria como motor de desarrollo: por qué un megapuerto en Arequipa es una buena noticia

Con una inversión estimada de US$ 7,000 millones, el Megapuerto de Corío avanza hacia una convocatoria internacional tras el convenio firmado en noviembre de 2025 entre el Gobierno Regional de Arequipa, el MTC y ProInversión.
Redacción Vigilante Publicado 11:38 am, 17 diciembre, 2025

La experiencia internacional y los primeros efectos observados en el Perú muestran que la competencia entre grandes puertos no debilita al sistema logístico: lo fortalece. El desarrollo del Megapuerto de Chancay, sumado al rol histórico del puerto del Callao, ha abierto una nueva etapa para el comercio exterior peruano. En ese contexto, la eventual construcción de un Megapuerto en Corío (Arequipa) ampliaría y profundizaría los beneficios para la economía nacional.

Corío, el tercer gran nodo portuario del Perú

El proyecto del Megapuerto de las Américas – Corío, ubicado en Punta de Bombón, provincia de Islay, en Arequipa, se encuentra actualmente en una fase de reorganización institucional orientada a garantizar un proceso técnicamente sólido y transparente. En noviembre, el Gobierno Regional de Arequipa, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones y ProInversión firmaron un convenio clave para impulsar el proyecto y estructurar una convocatoria internacional de inversionistas. Este relanzamiento se produjo luego de que, en agosto, se anulará la viabilidad del proyecto a pedido del Gobierno Regional para volver a realizar los estudios técnicos.

Desde el punto de vista económico, Corío se proyecta como un puerto de dimensiones continentales. Se estima una inversión cercana a los US$ 7,000 millones, una capacidad potencial de hasta 100 millones de toneladas anuales —cifra que triplicaría la capacidad inicial del puerto de Chancay— y una reserva territorial de aproximadamente 15,947 hectáreas para desarrollo portuario, logístico e industrial. Es decir, por su ubicación, permitiría la atención de buques de gran tamaño —como los petroleros— sin necesidad de dragados intensivos, una ventaja competitiva poco común en la costa del Pacífico sudamericano.

El enfoque del proyecto es el de un hub logístico multimodal, que integraría infraestructura portuaria con conexiones ferroviarias, red vial y servicios complementarios, facilitando la salida de minerales y productos agroindustriales del sur del país. Apunta a convertirse en la puerta natural al Pacífico para regiones como Arequipa, Moquegua, Tacna, Cusco y Puno, y también en un punto de conexión estratégica para cargas provenientes de Bolivia y el sur de Brasil.

En ese contexto, Corío se complementa estratégicamente con el proyecto Majes Siguas —hoy en proceso de puesta a punto, es decir, de rehabilitación y optimización de su infraestructura de riego para asegurar su correcto funcionamiento antes de avanzar a nuevas etapa— al ofrecer una salida logística más cercana y eficiente para la futura producción agroexportadora de Arequipa, reduciendo costos y fortaleciendo la competitividad regional.

Más competencia, más eficiencia: puertos que se complementan

La coexistencia de los terminales marítimos del Callao y Chancay ha introducido competencia real en el sistema portuario, impulsando inversiones, modernización y mejoras operativas. Un megapuerto en Arequipa ampliaría esa dinámica, ofreciendo alternativas más cercanas y competitivas para los exportadores del sur, descongestionando rutas tradicionales y reduciendo la dependencia de un solo eje logístico. Un sistema portuario con Callao, Chancay y Corío permitiría al Perú contar con una red más equilibrada y preparada para atender el crecimiento del comercio exterior.

Además del impacto logístico, los promotores del proyecto destacan su potencial económico y social. La construcción y operación del megapuerto implicarían la generación de decenas de miles de empleos, directos e indirectos, así como la atracción de parques industriales, zonas logísticas y servicios especializados, con un efecto multiplicador sobre el PBI regional y nacional. Como ya se observa en otros grandes desarrollos portuarios, la infraestructura marítima suele convertirse en un polo de inversión de largo plazo.

En ese sentido, Corío no compite para desplazar a otros puertos, sino para complementarlos. El Callao mantendría su rol multipropósito, Chancay su especialización como hub Asia–Sudamérica, y Corío podría consolidarse como la plataforma estratégica del Pacífico Sur, reforzando la posición del Perú como nodo logístico regional. La competencia portuaria, bien planificada, aparece no como un riesgo, sino como uno de los principales motores del crecimiento y la modernización del Perú.

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