Fecha: 15 noviembre, 2025 Tipo de cambio : s/ 3.365
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Multan a Oncosalud con 101 UIT por negar medicamento oncológico

SUSALUD ordena a la aseguradora entregar de inmediato el fármaco Olaparib a una paciente con cáncer, marcando un precedente que revela las brechas de información y protección en los seguros de salud privados.
Redacción Vigilante Publicado 11:31 am, 15 noviembre, 2025

Superintendencia Nacional de Salud (SUSALUD) multó a Oncosalud con 101 UIT —equivalentes a S/ 515 100— por negar la cobertura del medicamento oncológico Olaparib a una paciente, y ordenó a la aseguradora entregar de inmediato el tratamiento que había sido rechazado y presentar la documentación que acredite dicho cumplimiento.

Una historia personal de lucha y frustración

Todo empezó cuando a Adriana del Castillo su médico le dijo que su tratamiento contra el cáncer requería el medicamento Olaparib. Ella confió en que su seguro oncológico —el que había contratado mucho tiempo atrás y por el que había cumplido cada cuota, cada mes, sin falta— respondería como ese “salvavidas» que prometen las campañas de prevención. Pero la realidad fue otra. El 16 de enero de 2025, Oncosalud le envió una carta para informarle que su solicitud de cobertura era rechazada. ¿La razón? Según la aseguradora, el medicamento ya no estaba incluido en su plan Oncoplus, vigente desde febrero de 2024 hasta enero de 2025.

De un día para otro, Adriana no sólo enfrentaba la enfermedad. También enfrentaba la incertidumbre de saber si podría continuar el tratamiento que su médico de la Clínica Delgado (AUNA) había prescrito el 15 de enero. La angustia que acompaña al cáncer se sumó al desconcierto de verse desprotegida en pleno proceso terapéutico. Esa sensación —profunda, paralizante— es la que comparten miles de pacientes que confían en un seguro que, llegado el momento decisivo, parece desvanecerse, pese a que no es un servicio gratuito.

Su denuncia, presentada el 5 de febrero de 2025, activó un procedimiento en SUSALUD que duraría meses. Mientras avanzaban los oficios, pedidos de información, descargos y revisiones técnicas, Adriana esperaba. Y esa espera, en oncología, no es un proceso administrativo: es una espera que se vive contra el tiempo. Adriana con el apoyo incondicional de familiares y amigos ha tenido que comprar la medicación y luchar por su vida. Ya que estas enfermedades oncológicas no saben de esperar procesos administrativos: es una lucha que se vive contra el tiempo.

Una negativa que reveló mucho más que un conflicto contractual

La investigación de SUSALUD descubrió algo que resulta especialmente grave: Oncosalud tenía coberturado al 100% el listado de medicamentos para su plan oncológico desde años anteriores, específicamente entre 2018 y 2020. Ese antecedente genera lo que la entidad reguladora llamó una “expectativa legítima de continuidad”, especialmente tratándose de un tratamiento oncológico prolongado.

Pero esa continuidad se quebró cuando la aseguradora modificó el listado de medicamentos cubiertos sin una comunicación clara, directa ni accesible hacia la paciente. Oncosalud retiró un medicamento clave para este tipo de tratamientos oncológicos, sin mostrar un criterio médico y menos científico que avale el descartarlo.

SUSALUD verificó que para acceder al “Listado de Medicamentos” del plan Oncoplus —un elemento contractual esencial— era necesario navegar hasta cuatro pasos dentro del sitio web de la empresa, un camino confuso y poco intuitivo que en la práctica se convirtió en una barrera informativa.

Para una persona que vive los efectos físicos y emocionales del cáncer, perderse en un laberinto digital para confirmar si un medicamento vital está o no cubierto es una forma silenciosa de revictimización.

La resolución concluye que Oncosalud no garantizó información clara, completa y oportuna sobre las exclusiones del plan. Y en un país donde el cáncer es una enfermedad de alto costo, esa falta de claridad afecta directamente la continuidad y calidad de vida de los pacientes.

La multa: un mensaje al sistema de seguros de salud

Tras evaluar toda la evidencia, la Superintendencia Adjunta de Regulación y Fiscalización emitió una resolución final, imponiendo a Oncosalud una sanción de 101 UIT, equivalente a S/ 515 100. La infracción fue calificada como grave.

Pero no se trata solo de una multa económica. La resolución ordena una medida correctiva inmediata: Oncosalud debe brindar la cobertura completa del medicamento Olaparib a la paciente, y debe acreditar este cumplimiento ante SUSALUD en un plazo máximo de 15 días hábiles desde que la resolución quede firme. Adicionalmente, la empresa cuenta con cinco días hábiles para demostrar formalmente que la cobertura ya fue otorgada.

Existe un incentivo: si paga la multa dentro de los primeros 15 días hábiles tras quedar firme, puede acceder a una reducción del 20 %. Pero ese descuento no elimina la obligación principal: entregar el medicamento ya.

Un caso que refleja una problemática estructural

El episodio de Adriana no es un hecho aislado. Es parte de un patrón. Miles de asegurados reportan cada año negativas de cobertura, cambios contractuales unilaterales, falta de transparencia y comunicaciones confusas por parte de diversas IAFAS privadas. Mientras algunas compañías exhiben campañas de “acompañamiento integral”, en la práctica los pacientes chocan con decisiones internas que no siempre priorizan la continuidad terapéutica.

La decisión de SUSALUD devuelve a Adriana un derecho que nunca debió ser cuestionado. Pero también deja una advertencia clara: cuando una aseguradora presenta como “información accesible” algo que exige navegar múltiples enlaces y pasos, no está informando; está ocultando en lo formal lo que debería ser evidente.

En la lucha contra el cáncer, las decisiones administrativas tienen consecuencias concretas: un día de retraso es un día que no vuelve. Y ese tiempo, más que en UIT, se mide en esperanza. ¿Cumplirá Oncosalud con allanarse a lo dispuesto por SUSALUD?

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