Fecha: 11 septiembre, 2025 Tipo de cambio : s/ 3.484

Alcalde de Trujillo bajo críticas por ausentarse del cargo tras agresión con huevos en protestas

El alcalde Wilmer Sánchez genera indignación al tomarse un descanso médico en plena crisis de inseguridad, mientras los ciudadanos exigen liderazgo inmediato contra la violencia en la ciudad.
Redacción Vigilante Publicado 8:15 am, 11 septiembre, 2025

Un huevo lanzado con fuerza impacta la cabeza Wilmer Sánchez, alcalde de Trujillo, justo al finalizar una conferencia de prensa por un reciente atentado con explosivos en la ciudad. Fue el 6 de septiembre de 2025, en medio de protestas airadas por la creciente inseguridad. Los manifestantes, hartos de robos, extorsiones y homicidios, no perdonaron la oportunidad para expresar su frustración. Sánchez, visiblemente alterado, abandonó el lugar escoltado por su equipo de seguridad. Lo que siguió fue lo que realmente generó indignación: el burgomaestre se ausentó por tres días, alegando reposo médico, dejando a la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) en un limbo durante un momento crítico.

Esta ausencia ha desatado un debate sobre la responsabilidad del alcalde frente a la crisis de inseguridad en Trujillo. Opositores políticos, como el concejal independiente Luis Alva, han calificado la decisión como «irresponsable y cobarde». «En lugar de liderar soluciones, el alcalde prefiere esconderse. Trujillo necesita un alcalde presente, no uno que huye ante el descontento popular», declaró Alva a la prensa. Ciudadanos en redes sociales han viralizado videos del incidente, con hashtags como #WilmerSanchezHuye y #InseguridadTrujillo que acumulan miles de interacciones, amplificando las críticas contra Sánchez por su manejo de las protestas.

Sánchez asumió el cargo en enero de 2023 prometiendo combatir la delincuencia, pero los resultados han sido insuficientes. El incidente relatado no fue un acto aislado; surgió tras un atentado con explosivos contra un local comercial el mismo día, atribuido a bandas criminales. Las protestas por inseguridad en Trujillo han sido recurrentes, con demandas de mayor patrullaje y recursos para la Policía Nacional. En cambio, el «descanso médico» del alcalde tras los “huevazos” ha sido vista como una desconexión con la realidad de los trujillanos, que viven bajo el temor constante de la violencia.

Expertos en gobernanza local señalan que esta situación erosiona la confianza en las autoridades. «La inseguridad es un problema estructural en Trujillo, y el liderazgo debe ser proactivo. Ausentarse en momentos de tensión solo agrava la percepción de abandono», opina la analista política María López, de la Universidad Nacional de Trujillo. Además, la MPT ha enfrentado denuncias por falta de coordinación con el Gobierno Regional de La Libertad, lo que complica la implementación de planes de seguridad.

Criminalidad aún persiste en Trujillo

A pesar de algunos avances reportados, la criminalidad en Trujillo sigue siendo un flagelo que justifica las protestas contra el alcalde Wilmer Sánchez. Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el semestre móvil de febrero a julio de 2025, la región de La Libertad registró una ligera reducción en homicidios, pasando de 68 casos en enero-febrero de 2024 a 47 en el mismo período de 2025. Sin embargo, los índices de inseguridad general persisten en niveles altos: hurtos disminuyeron un 26%, robos un 42,1% y extorsiones un 18,9% en comparación con 2024, pero los homicidios totales en Trujillo bajaron de 154 en 2023 a 119 en 2024, con proyecciones para 2025 que aún superan los 100 casos anuales.

Estas cifras, del Sistema Integrado de Estadísticas de la Criminalidad y Seguridad Ciudadana del INEI, revelan que, aunque hay descensos, el 43,8% de los peruanos en ciudades principales como Trujillo han sufrido revictimización en 2025, lo que alimenta el descontento. La percepción de inseguridad alcanza el 56% a nivel nacional, con Trujillo como epicentro en La Libertad, donde antes de la pandemia los homicidios eran de 7 por cada 100.000 habitantes, y ahora, pese a reducciones, la violencia organizada sigue amenazando la paz social. La actuación de Sánchez expuso las grietas de las gestiones estatales frente a la criminalidad.

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