Fecha: 27 agosto, 2025 Tipo de cambio : s/ 3.53

Elecciones 2026 llega con 33 partidos, 10 mil candidatos y un país al borde del colapso político

A ocho meses de los comicios, el Perú se prepara para enfrentar las elecciones más fragmentadas y complejas en décadas. El regreso del Congreso bicameral, una avalancha de postulantes y la desconfianza ciudadana marcan un proceso que podría agravar aún más la crisis de representación.
Redacción Vigilante Publicado 1:41 pm, 27 agosto, 2025

Con un país golpeado por la inestabilidad y la desconfianza institucional, las Elecciones 2026 se perfilan como un evento decisivo y, al mismo tiempo, caótico. Según el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), cerca de 10 mil candidatos competirán por los cargos de presidente, senador, diputado y parlamentario andino.

Uno de los elementos más relevantes de esta elección es el retorno del Congreso bicameral, con una Cámara de Diputados y un Senado que buscarán equilibrar el poder legislativo, aunque las proyecciones muestran un Congreso altamente dividido.

Cinco alianzas, una al borde de quedar fuera de carrera

El proceso de inscripción de alianzas políticas rumbo a las Elecciones 2026 avanza con cinco coaliciones que presentaron su solicitud hasta el 2 de agosto. Sin embargo, no todas tienen asegurada su participación: solo cuatro continúan en carrera, mientras que una enfrenta trabas internas que podrían dejarla fuera si no las subsanan hasta el 1 de septiembre.

Unidad Nacional, integrada por el Partido Popular Cristiano (PPC), Peruanos Unidos: ¡Somos Libres! y Unidad y Paz, lleva como carta principal al congresista no agrupado Roberto Chiabra (antes de Alianza Para el Progreso). Su presencia marcaría el retorno del PPC y del sector llamado centro derecha a una elección presidencial.

Por su parte, Fuerza y Libertad, conformada por Fuerza Moderna y Batalla Perú, también se perfila como una opción que busca abrirse un espacio en el electorado de centro. El liderazgo visible de la exministra Fiorella Molinelli otorga cierta notoriedad, aunque la alianza deberá buscar consolidarse como una alternativa real en un escenario de fragmentación partidaria.

El Frente de los Trabajadores y Emprendedores, conformado por Primero la Gente y el Partido de los Trabajadores y Emprendedores, apunta a captar el voto popular urbano y rural apelando al discurso laboral y productivo. Sin embargo, personeros legales de ambas agrupaciones enfrentan investigaciones fiscales: uno por supuesta organización criminal y lavado de activos, y otro por presuntas firmas falsas.

Venceremos, alianza entre Voces del Pueblo y Nuevo Perú, con Guillermo Bermejo y Verónika Mendoza como referentes, representa la apuesta de los sectores de izquierda que buscan reagruparse tras experiencias previas. Este bloque apuntaría a llevar a Vicente Alanoca a la presidencia, aunque previamente han señalado que su candidato será elegido con base a los procedimientos internos y respetando las normas.

La situación más incierta la enfrenta Ahora Nación – Salvemos al Perú, encabezada por Alfonso López-Chau. El JNE suspendió su trámite debido a irregularidades pendientes en Salvemos al Perú, específicamente la inscripción de su dirigencia y la modificación de su estatuto. Si estos asuntos no se subsanan antes del 1 de septiembre, la coalición quedaría fuera de la contienda definitivamente.

El futuro inmediato de estas alianzas no solo determinará la oferta electoral de 2026, sino que también reflejará hasta qué punto los partidos peruanos son capaces de superar su histórica debilidad organizativa y construir proyectos colectivos con capacidad real de gobierno.

Nuevas reglas del juego pendientes en el Congreso

Con el regreso al sistema bicameral, se establecen funciones diferenciadas para las dos cámaras. El Senado tendrá 60 escaños divididos en 30 por distrito múltiple (departamentos y peruanos en el extranjero) y 30 por distrito electoral nacional. Sus funciones incluyen revisar leyes, ratificar tratados y juzgar a altos funcionarios.

La Cámara de Diputados, por su parte, se encargará de la fiscalización y la propuesta legislativa. Estará compuesta por 130 escaños distribuidos de forma proporcional entre las regiones. Lima lidera con 33 curules, seguida por La Libertad y Piura con 7, y así sucesivamente hasta Madre de Dios, que contará con 1.

El reto que aún no superan es que hasta la fecha no se han aprobado los reglamentos que definan con detalle el funcionamiento del Senado y la Cámara de Diputados. Esto genera incertidumbre sobre los procedimientos internos, la organización de comisiones, los mecanismos de votación y el rol de coordinación entre ambas cámaras.

Fragmentación total

Con más de 33 partidos y alianzas en competencia, el Perú se encamina a unas elecciones marcadas por una atomización política sin precedentes. Esta sobreoferta electoral diluye el voto y refuerza la fragmentación del Congreso, así como la posibilidad de una Presidencia sin respaldo suficiente, un riesgo que varios especialistas vienen advirtiendo. Álvaro Henzler, de Transparencia, recuerda que cuando el partido de gobierno carece de una bancada sólida, el país suele caer en periodos de inestabilidad, vacancias y crisis políticas.

El experto en temas electorales Jorge Jáuregui señalaba en diciembre de 2024 que la dispersión del voto sería tan extrema que los candidatos que lleguen a segunda vuelta podrían sumar juntos menos del 10 % de los votos, y hasta hoy esa proyección se mantiene. Jáuregui añade que lo más grave es que reducir el número de partidos en el Congreso no resolverá la crisis de representación, ya que el problema de fondo está en los procesos internos opacos que propician distorsiones como el transfuguismo.

Ante este panorama, el país corre el riesgo de enfrentar una nueva crisis de legitimidad, con autoridades electas que llegan al poder con bajos porcentajes de respaldo y escasa capacidad de gobernar. La gran incógnita es si, en medio de esta dispersión, el Perú podrá encontrar una salida institucional viable o si seguirá atrapado en un ciclo de inestabilidad.

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