Proyecto Olmos enfrenta riesgo de paralización tras salida de Novonor (ex‑Odebrecht)
El contrato con la concesionaria vinculada a Odebrecht vence en septiembre de 2025. El Gobierno descarta la renovación, pero aún no adjudica una nueva operadora y la incertidumbre crece ante una posible paralización.


El Proyecto de Trasvase Olmos, una de las principales obras de irrigación del norte del Perú, enfrenta el riesgo de paralización ante la próxima salida de su actual operadora. El contrato con la empresa Concesionaria Trasvase Olmos S.A. (CTO), vinculada al grupo Odebrecht —actualmente Novonor— vence en septiembre de 2025, y el Gobierno ha confirmado que el acuerdo no será renovado debido a los antecedentes de corrupción reconocidos por la compañía brasileña.
La legislación peruana prohíbe mantener vínculos contractuales con empresas que hayan reconocido actos de corrupción, como Odebrecht. En ese contexto, el Ministerio de Economía y Finanzas, junto con otras entidades estatales, ha descartado cualquier prórroga o adenda con Novonor. Sin embargo, el Ejecutivo aún no ha planteado una alternativa clara para garantizar la continuidad del Proyecto Olmos —pieza clave para el desarrollo de Lambayeque y el norte del país por su impacto en el empleo, las agroexportaciones y la recaudación fiscal—. Asegurar su operación y mantenimiento es esencial para no poner en riesgo esos beneficios.
Gobierno no renovaría contrato con Novonor por vínculo con Odebrecht
Durante su gestión, el ex presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, afirmó que el contrato de concesión del Proyecto Olmos con Novonor no sería renovado, debido a las implicancias éticas y legales derivadas de su vínculo con Odebrecht. Esta postura fue confirmada por el MEF, que ratificó que no existen condiciones legales para mantener las relaciones contractuales con una empresa que ha admitido actos de corrupción.
La decisión, alineada con las restricciones de la normativa vigente, marca un punto de inflexión en la política de concesiones públicas del país. Según el Ejecutivo, el objetivo es garantizar que futuros proyectos de infraestructura se desarrollen sin participación de firmas involucradas en hechos delictivos.
Por su parte, Novonor sostiene que actualmente cumple con estándares internacionales de integridad y mecanismos anticorrupción. Asegura que no existe impedimento legal para firmar una adenda que le permita continuar operando y manteniendo el Proyecto Olmos. La empresa argumenta que ha sido reestructurada, tiene una nueva razón social, directores independientes y un sistema de cumplimiento reforzado, lo que, a su juicio, la desvincula de los actos de corrupción del pasado.
Operación temporal del MIDAGRI: incertidumbre sobre su capacidad técnica
Ante la próxima salida de Novonor, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), liderado por Ángel Manero, ha propuesto que el Estado asuma temporalmente la operación del Proyecto Olmos a través del Programa Subsectorial de Irrigaciones (PSI), mientras se lleva a cabo un nuevo proceso de adjudicación internacional.
No obstante, esta propuesta ha sido cuestionada por autoridades regionales. Tanto el Gobierno Regional de Lambayeque como el Proyecto Especial Olmos Tinajones (PEOT) advierten que no existe, hasta ahora, un plan técnico ni operativo definido, lo que podría comprometer la sostenibilidad del sistema.
Aunque el Ejecutivo considera establecer una concesión temporal de entre 12 y 18 meses para asegurar la continuidad del servicio, dicha medida aún no ha sido formalizada ni cuenta con un cronograma oficial para el concurso internacional. Esta falta de definición podría generar un vacío legal y operativo a partir de septiembre de 2025.
Urge una nueva licitación con un operador privado técnicamente capacitado
Expertos han advertido sobre los riesgos de encomendar una administración estatal más allá del corto plazo. La experiencia señala que el Estado peruano ha tenido dificultades para gestionar directamente proyectos de gran escala, donde se requiere especialización técnica, agilidad operativa y eficiencia.
Por ello, es indispensable convocar una licitación internacional transparente y ágil que permita designar un nuevo operador privado con capacidad técnica, financiera y operativa comprobada, garantizando así la continuidad del servicio sin interrupciones ni retrocesos. Y mientras tanto lo más eficiente para el Proyecto Olmos es que Novonor siga operando.
En ese sentido, ProInversión ha sido identificada como la entidad idónea para liderar este proceso, actuando en coordinación con el MIDAGRI y el Gobierno Regional de Lambayeque. En abril de 2025 firmaron un convenio interinstitucional para impulsar la nueva licitación del Proyecto Olmos. Sin embargo, hasta la fecha no se han difundido avances concretos ni fechas oficiales sobre el lanzamiento del concurso internacional, lo que genera expectativas de demora.
Olmos: Pilar estratégico para el desarrollo agroindustrial del norte peruano
El Proyecto Olmos es esencial para el desarrollo agroindustrial de la región Lambayeque y del norte del Perú. Su sistema de trasvase permite irrigar hasta 43,500 hectáreas, distribuidas en 38,000 hectáreas en Tierras Nuevas y 5,500 hectáreas en el Valle Viejo de Olmos. Al cierre de 2023, según la Asociación Cultivando, se habían sembrado 25,000 hectáreas con cultivos como caña de azúcar, arándano, palta, espárrago, uva de mesa, mango, frijol, limón, stevia y maíz.
Este proyecto ha generado más de 67,000 empleos formales en las empresas agrícolas instaladas en la zona, de acuerdo a los datos del INEI. Además, ha contribuido significativamente a la economía regional, con exportaciones que alcanzaron los US$ 133 millones en 2023, gracias al crecimiento de la demanda internacional de productos como el arándano y la uva, según informes de la concesionaria.
La infraestructura hidráulica de Olmos también es crucial para la gestión del recurso hídrico en una zona afectada por la sedimentación y el cambio climático. La optimización de la represa Limón, mediante la elevación de su altura de 43 a 85 metros, permitiría aumentar su capacidad de almacenamiento de 30 a 110 millones de metros cúbicos, asegurando un suministro hídrico sostenible para las tierras productivas del valle de Olmos, según datos técnicos de la obra.
La salida de Novonor marca un punto decisivo en la gestión de concesiones públicas en el país. La transición hacia un nuevo operador debe llevarse a cabo con transparencia, responsabilidad y planificación técnica rigurosa, para evitar impactos negativos sobre una obra de alta relevancia para la economía y el bienestar social del norte peruano. Garantizar la continuidad operativa del proyecto es esencial para mantener y potenciar estos logros.