Más inversión, misma educación: el fracaso del sistema educativo peruano

El sueldo docente se duplicó en la última década, pero solo 3 de cada 10 escolares entienden lo que leen. ¿Qué medidas adoptará el Estado para realmente mejorar la educación del país?
Redacción Vigilante Publicado 5:55 pm, 9 julio, 2025

En el Perú, la educación sigue estancada ante la inacción de las autoridades para que los escolares aprendan más y en mejores condiciones. Un análisis del Instituto Peruano de Economía (IPE) de julio de 2025 indicó que, pese a que los sueldos de los docentes se duplicaron en la última década, los logros en lectura y matemáticas de estudiantes de cuarto grado de primaria se mantienen bajos (33% y 28%, respectivamente). Es decir, solo 3 de cada 10 escolares entienden lo que les enseñan.

El Estado insiste en que mejorar las remuneraciones de los profesores es sinónimo de progreso, pero los datos dicen lo contrario. En 2024, el país destinó más de S/ 46 mil millones al sector, creciendo en un 93% la inversión pública en educación entre 2016 y 2024. Así el sueldo base de los docentes se ha incrementado de S/ 1,555 a S/ 3,100.

Sin duda, la calidad de vida de los profesores ha mejorado, pero no los niveles educativos. Y en lugar de subir en los rankings internacionales, bajamos. En el IMD World Competitiveness Ranking, Perú cayó del puesto 43 (2011) al 63 (2024), entre 67 países. Una señal de alerta que nadie en el Gobierno parece querer mirar.

En ese sentido, el Consejo Privado de Competitividad sostiene que subir el sueldo de los docentes «no garantiza una mejor educación» si no viene acompañado de compromisos medibles sobre el aprendizaje. Por su parte, la Acción Empresarial por la Educación señala que “las mejoras salariales no se traducen en la calidad educativa en la misma proporción”. No obstante, ambos coinciden en que la eficacia del docente varía mucho, y sin mecanismos de seguimiento, aumentar salarios genéricamente no mejorará los resultados.

Sin aulas dignas no hay futuro

Si bien la correlación entre salario docente y desempeño no es necesariamente lineal, es importante analizar qué otros aspectos influyen en el bajo rendimiento escolar. Mientras que un grupo de docentes se esfuerza a diario para mejorar los niveles de la educación que brindan y reciben un sueldo mayor al que antes percibían, una pregunta está en el aire: ¿Qué está haciendo el Estado para mejorar las aulas a las que van los niños día a día?

Solo en Lima Metropolitana hay más de 400 colegios con alto y muy alto riesgo, según la Dirección Regional de Educación de la capital (DRELM). Pero los peligros no se presentan únicamente en las aulas, pues espacios destinados a actividades recreativas, como patios o canchas deportivas, también enfrentan deficiencias y terminan siendo clausurados.

En diciembre de 2024, la brecha de la infraestructura educativa del Perú ascendió a S/ 158,832 millones. Esta deficiencia es mayor en zonas rurales, donde se concentra el 62.6 % de los casos, mientras que el 37.4 % de los casos se da en áreas urbanas. En esa línea, el IPE también resaltó deficiencias en infraestructura: solo el 34% de colegios públicos tienen agua, luz y desagüe, y muchos están en riesgo de colapso. Las cifras son alarmantes.

A esta triste realidad, se suma que los docentes no tienen acceso suficiente a capacitaciones gratuitas o de bajo costo. Según el IPE, apenas el 29% de docentes aprobaron la última prueba de ingreso a la carrera magisterial. Además, lo lógico sería que si el Estado exige evaluaciones basadas en mérito, asegure también la formación continua y de calidad para los docentes.

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