Fracaso millonario en salud: proyecto del Banco Mundial que el MINSA dejé caer


En 2021, el Banco Mundial (BM) aprobó un préstamo de S/ 255 millones para el proyecto “Fortalecimiento del Sistema Nacional de Vigilancia de Salud Pública” con el fin de fortalecer la vigilancia epidemiológica en el país. Un proyecto de suma importancia para los peruanos si tomamos en cuenta que cada año nuestro sistema de salud enfrenta la difícil tarea de atender el alto número de casos de dengue. Solo en 2024, 271,446 fueron infectadas por el virus.
Pese a la importancia del proyecto, la pésima gestión por parte del titular del MINSA, Cesar Vásquez, hizo que se pierda la oportunidad de mejorar la infraestructura, equipamiento y capacitación del personal de salud peruano. El 31 de marzo de este año, el Banco Mundial comunicó el cierre del proyecto. Pero, ¿qué pasó con el dinero invertido en este plan?
PRESUPUESTO DIRECTO A LA BORDA
De los S/ 255 millones aprobados por el Banco Mundial, hasta la cancelación de este proyecto, solo se había ejecutado el 16% del presupuesto (S/ 41 millones), lo que demuestra una clara falta de planificación estratégica y capacidad operativa, consecuencia de la pésima gestión del ministro de Salud.
Acceder a este presupuesto fue una oportunidad única para el país. Sin embargo, la cancelación de este proyecto demuestra un fracaso institucional que ha generado la pérdida de oportunidad de modernizar la infraestructura de vigilancia en salud pública. El resultado de esta pésima ejecución revela problemas de planificación y gestión con el dinero destinado a proyectos con el fin de mejorar nuestro sistema de salud. ¿Debemos permitir que las autoridades jueguen con nuestra salud?
INESTABILIDAD INSTITUCIONAL
El Ministerio de Salud, al igual que los demás sectores estratégicos en el Perú, se caracteriza por la inestabilidad de sus funcionarios. Videnza Consultores reveló en 2022 que, en promedio, la duración de gestión de un ministro de salud era de 4 meses y medio.
Solo durante el Gobierno de Dina Boluarte, esta cartera cambió de ministro hasta en dos oportunidades -Rosa Gálvez y César Vásquez- lo que muchas veces limita la continuidad de proyectos.
Pero no solo es el MINSA, sino también hablamos de instituciones adscritas a esta entidad. Por ejemplo, CENARES (encargada de almacenar y distribuir medicamentos en Perú), hasta junio de 2024, ya sumaba 7 jefes en menos de 18 meses. Cada uno duró, en promedio, 62 días.
Esta situación es una muestra más de las consecuencias del caos institucional que atraviesa nuestro sistema de salud. La cancelación de este proyecto no solo es un fracaso administrativo, sino que significa un golpe directo a los más vulnerables. Al parecer, la salud es un juego de azar para las autoridades, ¿Hasta cuándo vamos a permitir que el dinero se pierda por personas poco capacitadas?
