¿Fondos sin control?: USAID y el financiamiento de las ONG en la mira


Mientras que países como Estados Unidos o Canadá fiscalizan los fondos que ingresan al país para financiar Organizaciones No Gubernamentales (ONG), Perú aún se mantiene, permitiendo que millones de dólares circulen sin supervisión alguna. La Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) es una de las principales financista de proyectos humanitarios a nivel mundial, sin embargo, se encuentra inmersa en serios cuestionamientos debido a que se presume que el destino final de los fondos transferidos a diversas ONG contribuye a la difusión de una agenda particular, la cual se alejaría de la misión de proteger los derechos humanos y/o ambientales.
De acuerdo con el Centro de Investigación Somos Libres Perú, USAID habría financiado actividades contrarias al desarrollo económico y la inversión privada en el Perú como por ejemplo:
- Restricción del sector pesquero:
USAID otorgó US$8.6 millones a la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). Esta organización habría impulsado regulaciones excesivas que complican la actividad pesquera en el país, en lugar de hacer que sea más competitiva.
- Financiamiento a activistas antimineros:
USAID destinó US$3 millones a organizaciones como CEDEPAS Norte, Grupo Propuesta Ciudadana y Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR). Estos grupos habrían impulsado la creación o incremento de impuestos para la minería y políticas ambientales que desalientan la inversión privada.
- Presunta promoción de sesgo ideológico:
El proyecto «Gobernanza en Acción», recibió US$12 millones y fue dirigido al Instituto de Estudios Peruanos (IEP), una entidad que habría impulsado narrativas progresistas en sus investigaciones. Otro proyecto, «Inversión Pública Transparente», con un presupuesto de US$15 millones, habría destinado fondos a la Fundación MOHME, un grupo vinculado a la difusión de discursos aparentemente de izquierda.
- Bloqueo del desarrollo en la Amazonía:
El proyecto «Amazonía Indígena, Derechos y Recursos», financiado con US$17 millones, benefició a AIDESEP, una organización que propone una reforma total del modelo económico peruano y que habría rechazado casi todas las inversiones de la Amazonía, afectando la economía local y limitando oportunidades de desarrollo.
- Manipulación mediática y política:
USAID habría financiado medios con clara orientación ideológica, destinando US$2 millones al proyecto «Expresión Ciudadana en Perú» y us$7.5 millones al programa «Diálogo Político en Perú». Estos fondos han respaldado medios como El Encerrona, Ojo Público, Epicentro TV y la Fundación MOHME, los cuales fueron señalados por promover una agenda de izquierda en el debate público.
Además, un informe del programa Contracorriente reveló que Lucila Pautrat, presidenta de la ONG Kené, habría recibido S/26,135 soles de USAID a través de Chemonics Perú. En las últimas semanas, argumentaron que USAID apoya proyectos de sustitución de cultivos de hoja de coca para reemplazarlos por café y cacao, pero paradójicamente también habría entregado fondos a la líder ambientalista, quien desde hace más de una década acosa permanentemente a TAMSHI, una empresa dedicada al cultivo de cacao premium en la localidad de Tamshiyacu, Loreto.
Actualmente, es investigada por lavado de activos luego de que una investigación del International Consortium of Financial Investigation reveló la existencia de por lo menos tres potenciales cuentas bancarias en paraísos fiscales que albergan más de US$ 4 millones.
