¿Por qué es importante supervisar a las ONG en latinoamérica?

Lo que ocurre en Venezuela despierta nuevamente el debate sobre por qué fiscalizar las ONG en latinoamérica, debido a que este tipo de organismos pueden ser utilizados por regímenes dictatoriales para influenciar y difundir un discurso anti empresa y subversivo. Durante la dictadura de Hugo Chávez, el régimen se apoyó de las Casas del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), las cuales fueron aprovechadas como mecanismo de influencia, incidencia y activismo entre 2000 y 2010.

Estos organismos se crearon como una alianza comercial entre Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua, países con gobiernos de izquierda en la región. Esta fue una de las primeras estrategias impulsadas por Hugo Chávez para hacerle contrapeso al Área de libre Comercio para las Américas (ALCA), misma que es financiada por el gobierno estadounidense.

Si bien se disolvieron con el tiempo, su modelo de trabajo quedó para la posteridad, siendo las ONG las que adoptaron esta forma de gestión de proyectos: recibir financiamiento de la Cooperación Técnica Internacional (CTI) para financiar actividades de índole político que les permitan seguir una misma agenda.

Para evitar que estos organismos financien campañas políticas y subversivas es importante fiscalizar de manera adecuada las ONG. En la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso se aprobó un dictamen que promete fortalecer las funciones de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), sin embargo, la iniciativa legislativa tiene detractores como el periodista Marco Sifuentes o el Instituto de Defensa Legal, los cuales fueron señalados por presuntamente haber recibido millonarios montos por parte de este tipo de organizaciones.

José Antonio Gonzales Norris, director ejecutivo de la APCI, reveló que Perú recibió, en promedio, US$400 millones anuales de donaciones monetarias durante los últimos cuatro años. En total, las ONG recibieron más de $1,600 millones en los últimos 4 años y más de $470 millones solo en 2022. En lo que va del 2024, de un total de 3,058 organizaciones que deberían ser supervisadas por la APCI, solo 179 fueron fiscalizadas (7%), 1,870 no rindieron cuentas sobre el uso de sus recursos, y solo 276 generaron reportes voluntarios. Entonces, ¿acaso no es urgente fiscalizar de manera adecuada a las ONG para conocer qué hacen con los fondos que provienen de la Cooperación Técnica Internacional?