El canal que Soto mira es un mundo patas pa arriba
En el Congreso se prepara una ley inconstitucional que legitima la usurpación de la empresa privada y el abuso más descarado contra los consumidores.
El presidente del Congreso, Alejandro Soto Reyes, vinculado aparentemente a diversos medios de comunicación privados en regiones (al menos en Cusco, donde se establecen 256 estaciones de TV y Radio, liderando en este sentido la estadística nacional) ha propuesto un proyecto de ley que solo confirma que cuando se tiene poder en el Estado, y uno no está debidamente formado e informado, lo más probable es que ese poder se use para favorecer la conveniencia personal y el de algunos grupos minoritarios mercantilistas.
Imagínate que estás viendo televisión por cable -señal de televisión que además pagas con tu dinero- y de pronto te cambian la programación para ponerte un programa que nunca pediste ver o un espacio en el cual aparecen congresistas o políticos haciendo campaña electoral sin que les dieras permiso. Imagina ahora que de pronto en tu señal aparece un programa de un medio televisivo cusqueño y en él un programa periodístico conducido por Alejandro Soto. Bueno, esta fantasía terrible se podría volver realidad en unos cuantos meses.
Porque de esto se trataría la nueva ley que viene empujando el presidente del Congreso, Alejandro Soto, sin tener ningún respeto por la Constitución o los principios más básicos de la institucionalidad. Con su proyecto de ley, cualquier canal de señal abierta regional, local o nacional podría obligar a una operadora de TV pagada a incluir en su parrilla de contenidos, programas o productos producidos por estas operadoras de señal abierta, que ya son gratuitas, sin que tengan que pagar nada, y que simplemente se estarían apropiando de un espacio privado, protegido por la Constitución.
Es como si el gobierno te dijera que a partir de mañana, deberás alojar obligatoriamente en tu casa a personas de la calle que tienen su propia casa, y que ahora podrán tener la llave de tu casa, entrar en tu cocina, cocinarse con tu comida, dormir en tu cama, usar tu sala, tu baño, y no solo de forma arbitraria y usurpadora sino gratis, sin darte ni un sol a cambio de esto.
¿Cómo defiende el congresista Soto su nueva ley? Bueno, usa la típica excusa populista y victimista que las izquierdas peruanas defienden para aprovecharse del dinero de los contribuyentes y robar o ganar poder. Con este proyecto de ley supuetamente se “ayudará” a la televisión regional y local a tener más espacios y oportunidades de ganar audiencia. Es decir, no importa sin son empresas de televisión que ya tienen señal abierta y no importa si lo que producen es pésimo, malo o mediocre; solo se trata de robarle la propiedad privada a otra empresa y dársela a los amigos del congresista.
¿Qué hay detrás de esto entonces? Lo que estaría detrás de este proyecto legislativo, sería favores políticos, para que en estos 2 años que nos acercamos a las elecciones, los alcaldes, congresistas y políticos en general hagan proselitismo, para que tengan la audiencia de todo el Perú, utilizando el servicio que tú pagaste con tu plata para ver lo que tú quieres ver, no lo que los congresistas quieren que veas.
La TV pagada funciona de forma profesional y formal: evalúa la demanda, hace estudios de mercado, pone en su señal productos que los peruanos consumen, todo su material pasa por un largo estudio para que la gente los siga contratando, ¿Qué les queda si los obligan a pasar programas que no tienen calidad, estudio, y que para colmo podría favorecer a políticos informales o ilegales?
Si se quiere promover la TV regional o local, que se les cobre menos impuestos inicialmente, que se elimine burocracia, regulaciones, y que se le dé facilidades a la producción local, no solo televisiva, sino también radial y cinematográfica, pero que el actual presidente del Conrgreso no intente usurpar la propiedad privada y usar nuestro dinero para controlar el contenido que consumimos, hacer campaña política o pagar favores a sus amigotes.
*Informe elaborado por la Asociación de Contribuyentes del Perú y publicado en Perú21.