Derogación de la Ley Forestal sería “un gran revés en la capacidad de exportación”, afirmó exministro de Agricultura
La modificación de la Ley Forestal es criticada por diversos sectores que aseguran que esta norma abre paso a la tala indiscriminada de bosques para permitir el uso de suelos para la agricultura. Sin embargo, la finalidad de la ley es otorgar títulos habilitantes para permitir que los productos agrícolas peruanos mantengan un óptimo nivel de exportación en la Unión Europea, mancomunidad que acaba de aprobar el Reglamento de Deforestación, el cual impide comprar alimentos provenientes de suelos deforestados.
Perú, al no contar con una dinámica de clasificación de suelos, se vio en la obligación de modificar la Ley vigente para reconocer el terreno agrícola. El exministro de agricultura, Juan Manuel Benites, explicó que el Congreso tuvo la tarea de “corregir un par de artículos y poner una disposición que permite a los agricultores que están haciendo agricultura y ya no tienen bosques adecuarse obtener títulos de propiedad y, eventualmente, certificarse ambientalmente”.
“Hoy hay miles de agricultores que no podían acreditar que su suelo era agrícola, porque no había ninguna zonificación que lo respalde y el Estado les decía ‘haz el estudio y demuéstrame que tu tierra es agrícola’. Así, se ponía en tela de juicio la seguridad jurídica, porque si el Estado entregaba un título, (no es posible) y que hoy en día ponga en duda que ese título es valedero. Al decir pruébame que tu suelo es agrícola, es como decir pruébame que titulo está bien dado”, detalló.
Tal y como mencionó el experto en inversión pública y desarrollo rural, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego reconoce quiénes y dónde están haciendo agricultura gracias a un mapa de suelos. Por ello, lo que debería aplicarse son “decisiones políticas enérgicas” para permitir que la actividad del agro pase a la formalidad. A propósito de esto, el documento aprobado por el Parlamento detalla que alrededor del 84% de la agricultura en el país es ilegal.
Es verdad que la norma no es perfecta y, por supuesto, requiere cambios importantes que podrán efectuarse a lo largo de los años. No obstante, imposibilitar que esta ley se aplique afectaría a la economía nacional y, sobre todo, al sector. Benites Ramos remarcó que, si gran parte de la agricultura nacional es calificada como ilegal, los productores de café, cacao o palma no ingresarían al mercado de la Unión Europea. Esto se complicaría si Estados Unidos, Reino Unido o Japón aplican las mismas políticas, lo cual generaría que Perú pierda mercado estratégico. “Recuerden que hoy en día tenemos casi US$10,000 millones en exportaciones, podría sufrir un gran revés en su capacidad de exportación”, agregó.
Es necesario reconocer que la modificación de la Ley Forestal identifica a los agentes agrícolas como tal, lo cual evita que ejecuten estudios de suelo para corroborar ante el Estado que la tierra que trabajan es apta para la producción de alimentos. Tal y como aseguró el especialista, esto sirve para mejorar la política sostenida del sector, la entrega de subsidios e, incluso, la lucha contra el narcotráfico, debido a que muchos cocaleros pasaron de sembrar coca a granos como el café o cacao.
“Si el problema es la deforestación, ya tenemos 12 millones de hectáreas deforestadas, la respuesta es ponernos a analizar si el suelo es agrícola o forestal. La Ley Forestal vigente permite la deforestación de manera legal. Si usted en el bosque en pie hace los estudios de suelos y comprueba que el suelo es agrícola, usted puede cortar hasta el 70% de ese bosque y mantener el 30% en reserva. Es absolutamente legal y nadie puede decir que usted es un deforestador”, concluyó.