¿Corrupción en la venta de entradas a Machu Picchu?: Fiscalía intervino la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco
Ganó el chantaje y el caos, perdió el turismo. El Ejecutivo no encontró otra solución más que ceder a los intereses de pequeños grupos de mafias que decidieron paralizar, mediante bloqueos de vías y protestas, el turismo en Machu Picchu, pues vieron afectados sus irregulares beneficios económicos que obtienen con la venta de entradas a la ciudadela inca.
La decisión del Ejecutivo envalentonó a varios personajes de izquierda como Sigrid Bazán, Ruth Luque, Verónika Mendoza y a una facción de protestantes que, pese a que se firmó la “Declaración de Machu Picchu”, quienes afirman que se ganó una “batalla” contra la privatización, cuando en realidad la venta de entradas por la plataforma virtual Joinnus buscaba mejorar el servicio turístico mediante la transparencia, trazabilidad y precio justo.
No obstante, tras la decisión de levantar el paro en Machu Picchu, el Tercer Despacho de la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Cusco intervino la sede de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco. ¿El motivo? Se buscó recabar información sobre el presunto uso de máquinas, ambientes y personal de dicha entidad para la venta de boletos turísticos de ingreso a la ciudadela inca de Machu Picchu. Es decir, que se investiga la presunta corrupción en dicha entidad.
Para Fernando Ticona, analista del Centro Wiñaq, lo que ocurre en Machu Picchu “forma parte de un conflicto más profundo entre sectores modernos y tradicionales en la oferta turística. El sector moderno tiene una oferta enfocada hacia los turistas de mayores ingresos, es formal y tiene mecanismos modernos de comercialización. El sector tradicional está atomizado, brinda servicios de menor calidad, es informal y usa mecanismos anticuados de comercialización (…) El sector tradicional tiene menor poder económico pero mayor capacidad de presión política. Tiene cierta capacidad de movilización, un discurso populista y control efectivo sobre Aguas Calientes”.
LOS ROSTROS DE LA PROTESTA
Vigilante.pe pudo detectar otros personajes y exautoridades que participaron en las protestas que buscó defender a las mafias que lograban beneficios irregulares con la venta de entradas. Entre ellos estuvo Darwin Baca, exalcalde de Machu Picchu; Juan Castillo Olmeda, Nicolás Macedo Guzmán, Gonzalo Paucar y Simon Mamani, de la CGTP.
Otro rostro que es conocido en la zona es el de Óscar Valencia, dirigente de los pobladores de Machupicchu, y quien sería uno de los principales instigadores al bloqueo. En tanto, Mischel Ugarte Carrión, alcalde de Vilcabamba y representante de la Mancomunidad municipal ecoturística de la resistencia inca Machu Picchu – Choquequirao, también apoyó a los protestantes.
SOLUCIÓN
Desde la Asociación de Contribuyentes propusieron que una salida a la problemática podría pensar en una figura de “canon turístico” para la zona de influencia del complejo arqueológico, pero no en un aporte que vaya a las autoridades locales, provinciales o regionales, que casi nunca tienen la capacidad de usar los recursos de forma eficiente y efectiva, sino un “canon” que vaya directamente a una cuenta bancaria individual por familia o por poblador. Sean pocos o muchos soles, la población del valle sentirá realmente que la llegada de más turistas la beneficia concreta y constantemente.