Sedapal y los “cargos hereditarios”: la falta de meritocracia pone en riesgo el servicio de agua potable y alcantarillado
Gracias a un acuerdo de negociación directa firmado entre Sedapal y el Sindicato Único de Trabajadores del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado (Sutesal), los hijos de los trabajadores jubilados y/o fallecidos de la empresa fueron beneficiados ante los procesos de contratación con la entidad, debido a que, tal y como indica el documento, tienen preferencia frente a los demás postulantes. Este pacto anula por completo el principio de meritocracia y, por ende, puede afectar el desempeño de la compañía.
Si bien en la década de los setenta este beneficio era aplicable en más de una empresa estatal, sólo Sedapal decidió mantenerlo hasta el día de hoy. Dicho acuerdo fue refrendado entre 1992 -1993, según el registro del propio sindicato. Actualmente, existen más de 2,000 “cargos hereditarios” en Sedapal, hecho que pone en grave peligro el servicio que reciben a diario los contribuyentes en la capital del Perú.
En Lima, 635 mil personas no cuentan con acceso a agua potable, mientras que más de 904 mil personas no cuentan con el servicio de alcantarillado, según la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales (Enapres). De acuerdo a lo mencionado por el presidente ejecutivo de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), Mauro Gutiérrez Martínez, las personas en situación de vulnerabilidad son quienes pagan hasta 6 veces más por metro cúbico de agua potable. Mientras que una familia con acceso a la red paga, en promedio, S/3 por m3, una persona que no cuenta con el servicio debe comprar agua a través de un camión cisterna por alrededor de S/16 por m3.
A esto se suma que la continuidad de agua potable en la capital es de 21 horas al día, tal y como indica el Informe de Competitividad Regional 2023. Más de 300 mil limeños registran una continuidad de agua menor a las 6 horas al día, siendo los residentes de distritos como Pucusana (1.7 hora), Pachacamac (5.5), Chaclacayo (10.5), Ancón (11.1) y Santa Rosa (12.2) quienes se llevan la peor parte.
El abogado laboralista, Jorge Toyama, aseguró que este tipo de mecanismos de contratación no solo ponen en duda la meritocracia dentro de Sedapal, sino que ponen en tela de juicio la transparencia de los procesos de contratación pública con el Estado. Es preciso recordar que la ineficiencia de estos funcionarios y el incumplimiento de metas no solo le cuesta caro a la propia empresa, sino que le cuesta a los contribuyentes, quienes pagan puntualmente sus impuestos con el objetivo de recibir más y mejores servicios de calidad.