Muerte de Guerra García alerta sobre ineficiencia en el sistema de salud y evidencia violencia en opiniones
La circunstancia en que se dio la lamentable muerte del congresista y primer vicepresidente del Parlamento, Hernando Guerra García, alerta, otra vez, sobre la necesidad de implementar, de manera urgente y decidida, medidas para que el sistema de salud sea eficiente para todos los peruanos que no pueden acceder a un servicio de calidad.
El congresista es una más de las miles de víctimas del paupérrimo sistema de salud peruano, donde prima la carencia de equipos y personal asistencial. Es claro que ningún peruano, sin importar su postura política ni condición social, debe morir por falta de atención médica.
Pero la lamentable situación también fue aprovechara para que un sector político y social vertiera sus opiniones viscerales y hagan prevalecer su sesgo visceral a pesar del hecho sin el más mínimo ánimo de respeto por la muerte o, incluso, por el sentido humano.
FALTA DE ATENCIÓN
El documento policial, al que accedió Vigilante.pe, detalla a la medianoche, el personal de seguridad de Guerra García comunicó del hecho. Minutos antes, según se escribió en el atestado, el congresista se encontraba en una reunión social en Punta Bombón, en Arequipa, donde se desmayó. Al no responder a los primeros auxilios, fue conducido al Centro de Salud de la zona, pero al no haber médico fue llevado al Hospital II de Mollendo. Allí, los médicos certificaron su deceso por un “probable infarto”.
BUENA POLÍTICA
Dejando de lado las discrepancias políticas no se puede ser indolente ante una perdida como la de Guerra García. Así lo entendieron varios congresistas de la otra banda política.
La congresista de Juntos por el Cambio, Ruth Luque, señaló fue una persona con permanente disposición. En la misma línea se mostró Sigrid Bazán: “Al margen de cualquier discrepancia, expresar mi más sentido pésame y condolencias a su familia y seres queridos”.
Por su parte, la parlamentaria Susel Paredes remarcó que “las discrepancias pasan a segundo plano en este momento humano hacia el cual todos caminamos. Lamento la prematura partida de mi colega Nano Guerra García, con quien coincidí ideológicamente hace algunos años”. Su colega, Flor Pablo, recordó que siempre encontró “en él respeto y apertura al diálogo”.
El congresista Egdar Tello remarcó que “las discrepancias pasan a segundo plano en este momento humano hacia el cual todos caminamos. Lamento la prematura partida de mi colega Nano Guerra García, con quien coincidí ideológicamente hace algunos años”.