Fiesta e impunidad: fiesta electrónica en la Reserva Nacional de Paracas no tenía los permisos necesarios
La Reserva Natural de Paracas (RNP), ubicada en Ica, es un lugar privilegiado de la costa peruana que alberga una rica biodiversidad marina y terrestre, un estimado de 216 especies de aves, 36 de mamíferos, 10 de reptiles y 168 de peces. Sin embargo, una denuncia periodística del portal Piensa.pe mostró cómo la noche del 7 de abril se realizó una fiesta electrónica en el Hotel Atenas, en las inmediaciones de este espacio protegido, generando preocupación en la comunidad.
Con la finalidad de conocer si el evento tenía los permisos correspondientes, el portal periodístico solicitó, vía Acceso a información pública, al Ministerio del Ambiente los documentos pertinentes que están dentro de la responsabilidad del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP).
En la respuesta que la entidad emitió se detalló:
- Que personal de Serenazgo y Fiscalización de la Municipalidad de Paracas acudieron al lugar para solicitar los permisos, sin embargo, los organizadores adujeron que era “propiedad privada”. Tras ello, los efectivos, sencillamente, se retiraron.
- Que el evento no contaba con los permisos correspondientes.
- Y que, además, la infraestructura donde se realizó la fiesta electrónica tampoco tendría los documentos que respalden su construcción.
“La Jefatura del Área Natural Protegida (ANP), ha venido alertando en reiteradas oportunidades a la Municipalidad de Paracas (MDP) sobre la construcción de infraestructuras en la zona de Atenas (Zona de amortiguamiento), por ser autoridad competente en dicho ámbito”, se detalla.
Entre los documentos a los que accedió Piensa.pe se muestra como en diversas ocasiones, en febrero del 2022 y marzo del 2023, el SERNANP solicitó a la Municipalidad “información sobre los trabajos realizados al interior del cerco perimétrico (Risco de Atenas) en la zona de amortiguamiento de la RNP”. Sin embargo, la respuesta de la autoridad local aún no llega.
En la última solicitud, firmada por el jefe de la Reserva, Fernando Quiroz, se notificó sobre la construcción de material noble y se solicitó información sobre la “emisión de algún título habilitante para ese tipo de actividades, los permisos o autorizaciones para la ejecución de obras de infraestructura en las Áreas Naturales protegidas de Administración Nacional y/o en sus Zonas de Amortiguamiento”.
En esa línea, advirtieron sobre la realización de “trabajos realizados en la zona de amortiguamiento de la Reserva, ya que algunas de estas actividades no cuentan con opinión técnica previa favorable por parte del SERNANP”. Estas corresponden al Hotel Boutique Atenas, que inició sus actividades el 10 de enero del 2023, según el documento.
Al cierre de esta nota, se conoció que el SERNANP remitió un informe detallado a la Fiscalía Provincial Especializada en Materia Ambiental de Ica sobre “los avances de construcción de material noble y remoción de tierra que se viene realizando en Playa Atenas, ubicada en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas”; donde se solicitó a la Fiscalía a “proceder según sus atribuciones”, es decir, sancionar, si corresponde, estas actividades que solo dañan la RNP.
La respuesta de algunos asistentes a la fiesta, en redes sociales, planteaban que la fiesta en realidad no era el principal problema en la Península, sino la construcción del puerto y la presencia de una mina de sal. Sin embargo, problemas grandes o problemas pequeños, no se trata de “quién contamina menos o más”, se trata de no permitir que esa zona de la reserva, en la misma península y a la cual solo se acceder por la garita de la reserva, sea poblada de hoteles, bares o discotecas.
Otros asistentes afirmaron que la misma garita de la Reserva sirvió como “puerta de entrada” a la fiesta y que en ella se contaba con la lista de invitados, algo que es ilegal, dado que la garita de la reserva no sirve para fines privados, sino solamente para fines públicos.
Varias preguntas por resolver: ¿Si hay dos empresas que han logrado conseguir permisos para operar ahí, cuál es el criterio para dárselos? ¿Por qué no podrían existir más bares? ¿Hay algún arreglo especial “debajo de la mesa”? ¿Por qué la gerencia de fiscalización no procedió a clausurar dicho evento? ¿Cuándo enviará la información pertinente la municipalidad? ¿Por qué se dejó que este evento se realizara en una zona de la Reserva que no debería albergar actividades masivas, con ruido, desperdicios y luces altas?