«Se debió tener una entidad dedicada solo a prevención”, sostiene Escaffi sobre la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios
Las intensas lluvias, desbordes de ríos y huaicos provocó una serie de desastres en infraestructura, poniendo en evidencia la falta de obras de prevención, que estaban a cargo de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC). Vigilante.pe conversó con el especialista José Escaffi, gerente general de Escaffi Gestión Pública, quien analizó la situación que enfrenta la entidad y abordó la propuesta del gobierno para crear un Ministerio de la Infraestructura.
¿Qué se hizo mal la ARCC para que las obras no tengan prevención ante las lluvias de la magnitud que vemos ahora?
La intención era devolverle a la ciudadanía las escuelas, las pistas, los caminos que perdió en el Fenómeno del 2018, pero mejoradas. El problema más importante durante los primeros años era que los gobernadores y alcaldes reclamaban que la plata se les diera a ellos para que ejecuten las obras. Luego se hicieron todos los trabajos de mapeo y realización relativamente rápido, el problema estuvo en la ejecución, pues hubo una presión de autoridades para que los gobiernos subnacionales ejecuten. Hubo mucha discusión acerca de si la Ley le permitía o no a ARRC ejecutar el presupuesto. Siempre se debió especificar que era una ejecutora. Creo que ese fue el inconveniente más grande.
¿Y se hicieron las gestiones correspondientes para se concrete?
Cuando llegó Amalia Moreno, como jefa de la ARCC en el 2022, se pidieron las modificaciones necesarias para que sea ejecutora. Además, pidió que se pueda utilizar el mecanismo de Gobierno a Gobierno, pero todos esos cambios demoraron mucho en hacerse realidad. Por ahí comenzó la demora en los proyectos.
Desde la creación de la autoridad, ¿Cómo se desarrollaron los planes de reconstrucción?
Todo el plan de reconstrucción estuvo muy bien diseñado y los resultados están ahí, pero se evalúan en términos de timing. Se demoró mucho en el arranque por la trasferencia de dinero en regiones y municipios, porque ellos no tenían capacidad de gestión. Luego, la primera vez que llegó la Contraloría con un informe de riesgos, muchas regiones retrocedieron en avances porque en lugar de conversar con Contraloría sin parar la ejecución, decidieron el camino más fácil, que era dejar las obras. Ahí muchos volvieron a iniciar de cero. Contraloría debería mejorar sus informes, y mejorar su aproximación a diagnóstico de problema.
¿Cuál es el problema más grande que enfrenta la ejecución de obras de prevención en nuestro país?
La toma de decisiones, a quién le corresponde “a” o “b”. También los propios funcionarios toman las normas de manera muy restrictiva, entonces se demoran. Por ejemplo, en el sistema de Invierte.pe, se demoraron en eliminar los proyectos que ya tenían ingeniería, pero tuvieron que ser rehechos porque el agua colapsó los proyectos. Los funcionarios protocolizan demasiado los trámites e involucran alcaldes, gobernadores y demás. Desde la primera etapa de los proyectos había piedras en el camino. El problema más grande era darles a entidades descentralizadas, que no tienen capacidad de gerencia ni de ejecución, facultades de ese tipo por la presión que hubo. ARRC no tuvo la capacidad correcta de manejar las obras de prevención, aunque la ley lo permitía, nadie sabía de quién era responsabilidad, si era sectorial o del Ministerio de Desarrollo Agrario.
¿Qué obras debieron haber sido priorizadas en ese contexto?
Definitivamente diques de contención y drenajes para el agua de lluvias. Había muchos problemas en prevención, y aunque se hizo un mapa para que se trabajara el río Piura y demás, lamentablemente se comenzó por planes maestros enormes en lugar de planes de ejecución de obra de corto, mediano, y largo plazo. Eso debió priorizarse, pero la ARCC no tenía obras de prevención planeadas.
Es lamentable, Piura ahora tiene el riesgo de que se salga el río como en el 2017 y la población está muy asustada…
Obviamente. Lo que hizo la ARRC fue enfocarse en devolver los colegios, las pistas, los servicios públicos que se perdieron, pero no pusieron mucha atención en lo que debía hacerse para prevenir.
¿Entonces cómo debió ser la línea de ruta?
Nadie niega la bondad de los planes maestros, pero debieron irse de frente a qué obras se necesitaban y a especialistas en hidrología o hidráulica, y resolver temas de prevención. Cuando entra Amalia Moreno, comienza a hacer planes maestros. Desde la ARCC se logró que se avanzara bien la reconstrucción de hospitales y colegios, pero faltó que se priorizaran otras obras. Se debió tener una entidad dedicada solo a prevención.
¿Cómo evalúa la creación de la Autoridad Nacional de Infraestructura que fue anunciada por la presidenta?
Podría ser una buena iniciativa, pero siempre y cuando no sea para crear más burocracia. Lo que se debe hacer es ayudar a destrabar todas las obras que quedaron varadas.
De crearse esta entidad habría que hacerlo con gente que sea capaz de llevar todas las gestiones a buen puerto y de acompañar la ejecución de las obras, desde su diseño, su planeamiento, los expedientes y, claramente, la construcción.