Protestas y bloqueos ponen en riesgo la campaña escolar 2023
Luego del 2020 y 2021, años en los que las ventas de útiles escolares cayeron por la pandemia, se esperaba que el 2022 y el 2023 sean los años de repunte. Sin embargo, la crisis social que se evidenció con el bloqueo de carreteras y paros afectaron a los comerciantes pues interrumpieron la distribución de mercancía y con ello, la recuperación económica de la campaña.
Según informó la Cámara de Comercio de Lima (CCL), la coyuntura actual generó el aumento de costos de importación, así como de la inflación, que ya supera el 8%. “Esto limita la capacidad de compra de las familias que se verán obligadas a prescindir de algunos productos que componen la canasta escolar, como útiles, textos, calzado, buzos y uniformes”, manifestó el presidente del gremio de la Pequeña Empresa (COPE) de la CCL, Rodolfo Ojeda.
“Hay mucha incertidumbre en el ámbito de mypes, que ya tienen el material comprado. En Gamarra y Mesa Redonda, que surten sobre todo a provincias en esta campaña, tienen las cosas complicadas, con horarios más cortos por las manifestaciones y sin poder enviar mercadería”, apuntó Ojeda. Esta temporada escolar es importante para el sector microempresarial ya que representa el 20% de sus ventas anuales y suele mover S/1.300 millones.
Recalcó que la canasta escolar comprende en promedio entre 20 a 30 artículos por alumno, cuyo valor va desde los S/ 200 hasta los S/ 800. “Esto incluye un kit completo entre útiles y textos escolares, calzado y uniformes; y si bien en número de artículos ha ido disminuyendo por el tema de la virtualidad educacional, el valor de estos productos ha ido aumentando”, comentó.
Afectados por los bloqueos
Por su parte, Moyra Rodríguez, consultora asociada de Arellano Consultoría, comentó para El Comercio que los fabricantes e importadores hay dos situaciones: quienes pudieron despachar antes del 7 de diciembre (día del autogolpe de Castillo) y quienes no adelantaron pedidos o despachos a esa fecha.
“El abastecimiento a nivel distribuidor a la fecha, en las regiones, está casi dentro de lo previsto, salvo en el sur, donde habría hasta tres semanas de atraso en algunos despachos”, explicó. El pico de campaña suele ser desde la primera quincena de febrero al 15 de marzo, y se hace evidente la preocupación de no llegar a las métricas necesarias, porque se dificulta la distribución desde los fabricantes a los canales minoristas.
“Nos preocupa porque si se siguen alargando los bloqueos afectará a la venta final y eso podría traer problemas y prórrogas a las cobranzas por parte de los clientes al no vender como proyectaban. Nosotros ya colocamos la mercadería”, afirmó Paul Rosado, gerente general de Layconsa.
En tanto, el quiebre de la cadena de pagos, remarcó Rodríguez, es el principal problema del sector. “Los bloqueos y manifestaciones sí podrían impactar en el caso de los despachos pendientes no se lleguen a realizar, pero también por las limitaciones en la atención y en la apertura de los puntos de venta. Recordemos que la venta sigue siendo presencial”, mencionó.
Pérdidas económicas
La proyección inicial para el 2023 era acercarse al 90% del 2019 con respecto a valores o casi un 80% en volumen, detalló Arellano Consultoría. Dado el actual escenario de la campaña, en término de útiles escolares, precisó, podría hablarse de una pérdida de alrededor del 5% de la venta proyectada. “De mantenerse la situación estarían impactando sobre todo en la región sur, siendo álgida la situación para Puno, Madre de Dios y Abancay, donde podría llegar a hablarse de una campaña perdida”, estimó la consultora.