Inestabilidad política contraería las inversiones mineras en US$2,000 millones
“El crecimiento de las inversiones mineras en los últimos años se debió, básicamente, a dos proyectos de gran envergadura, como lo son Mina Justa y Quellaveco. Terminados estos proyectos se han apagado los motores de crecimiento minero, esperándose una reducción del mismo en los próximos años», señaló el presidente del SNMPE, Raúl Jacob.
La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) informó que la participación del sector minero energético peruano en la inversión privada total del Perú, entre los años 2011 y 2021, constituyó el 22%. De este porcentaje, 15% correspondió al sector minero, 2% al sector hidrocarburos y 4% al sector eléctrico.
El presidente del gremio empresarial, Raúl Jacob, durante su participación en la inauguración del XIII TICAR 2022 – Simposium de Tecnología e Innovación del sector minero energético, que organiza la SNMPE, explicó que por cada 100 soles que se invierte en el Perú, 22 soles provienen de la industria minero energética.
Sin embargo, advirtió que, a causa del impacto negativo de la inestabilidad política y social que tenemos en el país, se espera una caída de las inversiones mineras el próximo año de alrededor de 2,000 millones de dólares.
“Desde el 2016, año en que se inició un periodo de inestabilidad política en el país, se viene agravando el clima de inversiones. El crecimiento de las inversiones mineras en los últimos años se debió, básicamente, a dos proyectos de gran envergadura, como lo son Mina Justa y Quellaveco. Terminados estos proyectos se han apagado los motores de crecimiento minero, esperándose una reducción del mismo en los próximos años”, manifestó.
Esta crisis política -remarcó- también ha afectado a los sectores de hidrocarburos y eléctrico, que ven sus inversiones estancadas desde hace varios años.
SECTOR INNOVADOR
Por otra parte, Jacob indicó que el sector minero energético se ha caracterizado siempre por ser un gran innovador y que hoy en día existe la gran oportunidad de aplicar nuevas tecnologías para mejorar la bioseguridad, la conectividad y la ciberseguridad, mediante herramientas como la analítica, inteligencia artificial, aprendizaje automático, tecnologías de la información, etc.
“Actualmente contamos con una operación en el Perú con camiones no tripulados, manejados de manera remota, así como con empresas que han introducido inteligencia artificial en sus procesos, entre otros ejemplos por destacar”, puntualizó.
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