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Las crisis del Interior

Redacción Vigilante Publicado 12:05 pm, 4 Febrero, 2022

Una crónica del desastre anunciado en el Ministerio del Interior. Desde el nombramiento de Luis Barrenzuela como ministro, pasando por los ascensos irregulares en la PNP y las desavenencias entre el ahora exministro Avelino Guillén y el ex comandante general de la Policía Nacional del Perú, Javier Gallardo. ¿Qué pasa en esta cartera ministerial tan importante para la seguridad del país y de todos los peruanos?

Comenzó bastante antes, pero todo explotó cuando Avelino Guillén presentó por fin su renuncia al Ministerio del Interior, el último viernes 28 de enero. “O se va Javier Gallardo o nosotros”, decían voces al interior del Mininter, quienes creían que no se podía trabajar con Gallardo y que este tenía su agenda propia. Finalmente, Guillén renunció ante la evasiva del presidente Pedro Castillo a su pedido de discutir la destitución del comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), Javier Gallardo.

El 13 de diciembre ocurrió un punto de quiebre importante en esta historia. Ese día, Javier Gallardo  presentó a Guillén, la propuesta oficial de pases al retiro de 20 generales (17 de armas y 3 de servicios). Como conocemos hoy, el ministro Guillén observó la lista, pues entre los oficiales que Gallardo planteaba pasar al retiro figuraban por lo menos cinco generales considerados entre los mejores de la Policía.

Se trataba de los generales Vicente Tiburcio Orbezo (director de la Dirincri); Miguel Lostaunau Fuentes (director de la Escuela Nacional de Formación Profesional Policial); Óscar Serván López (director de Criminalística, Dircri); Marco Antonio Lara Vergara (jefe de la X Macrepol Puno); y Óscar Arriola Delgado (director la Dircote). Pero como la vida da muchas vueltas ( y más en el Perú y su política), precisamente  Vicente Tiburcio, acaba de ser nombrado comandante general de la PNP, en reemplazo de Javier Gallardo, a quien este lunes dieron por concluido su cargo; precisamente, además, el mismo día que el presidente Castillo aceptó la renuncia de Guillén.

El lunes 31, Castillo publicó en su cuenta de twitter: “Como Jefe de Estado, he decidido dar por concluida la designación del comandante general de la Policía del Perú, Javier Gallardo Mendoza. Asimismo, acepto la renuncia del ministro del Interior, Avelino Guillén, a quien agradezco por los servicios prestados a la Nación”.

La lista negra

Pero volvamos a diciembre, para entender lo que ocurrió. Luego de que Gallardo le presentara  a Guillén la famosa lista del pase a retiro de los 20 generales en cuestión, Guillén le devolvió la lista para que la corrija y saque de ella a los generales que consideraba de alto rendimiento profesional.

Una semana después, el martes 21 de diciembre, Gallardo presentó la nueva lista. En ella ya no consideraba que se debía sacar de la institución al general Óscar Arriola Delgado, pero sí a los otro cuatro a los que Guillén se había opuesto:  Vicente Tiburcio Orbezo, Miguel Lostaunau Fuentes, Óscar Serván López y Marco Antonio Lara Vergara. Pero además, incorporó en el grupo de pase al retiro al general Jorge Angulo Tejada, jefe de la Región Policial Lima, cuya gestión ha sido considerada eficiente tanto por el ministro Guillén como por la mayor parte de oficiales con capacidad operativa. La nueva relación comprendía ahora a 21 generales.

Según información dada a conocer por IDL-Reporteros, Guillén expresó su descontento a Gallardo y ese mismo día, martes 21 de diciembre, conversó sobre el tema con el presidente Pedro Castillo. Guillén, informó a Castillo que la lista de Gallardo pretendía pasar al retiro a algunos de los mejores cuadros de la Policía, produciendo un descalabro en la institución, así como el descontento e incomodidad de la mayoría de sus integrantes.

Luego de ello, el ministro Guillén se negó a firmar la resolución de pases al retiro que planteaba Gallardo, hasta que no se retirara de ella a los buenos generales que Gallardo pretendía retirar. Fue entonces que la pelota quedó en cancha del presidente Castillo, quien era el que debía tomar la decisión de respaldar a Guillén o a Gallardo. Debía decidir si respaldar la lista de Gallardo y con ello darle la espalda a su ministro del Interior o pasar al retiro a Gallardo, como le había propuesto Guillén.

Para entonces, para Guillén era inviable seguir trabajando con Gallardo y hasta se hablaba de insubordinación hacia la figura del ministro del Interior por parte del entonces comandante general de la PNP.

Esto porque además de las bajas que proponía Gallardo, también proponía colocar en cargos estratégicos a generales cuestionados y con los que Guillén claramente no estaba de acuerdo. Por ejemplo,  para jefe de la Región Lima. Gallardo había propuesto al general Juan Olivera García, quien fue vinculado en el 2014 a la red Orellana. Además, a los generales Manuel Rivera López y Nicasio Zapata Suclupe Gallardo los había propuesto para  dirigir las direcciones de Inteligencia y Anticorrupción. Zapata y Rivera visitaron al ex secretario de Palacio Bruno Pacheco y al exministro de Defensa Walter Ayala durante el proceso de ascensos en la PNP.

El domingo 30 de enero, Guillén, acompañado de la expremier Mirtha Vásquez, se reunió en Palacio de Gobierno con el presidente Castillo. Guillén propuso al teniente general Martín Parra como comandante general, en reemplazo de Gallardo, pero el mandatario no aceptó.

Finalmente, al día siguiente, el lunes 31, el presidente Castillo se quedó sin Guillén y sin Gallardo. Avelino Guillén fue muy claro en su carta de renuncia, haciendo referencia a la problemática que aquí hemos narrado: “Mi renuncia es de carácter irrevocable. Bajo esa condición he presentado mi renuncia. He esperado durante dos semanas la respuesta del señor presidente y su silencio para mí es un indicativo muy claro y directo de que él está asumiendo una posición de respaldo al señor comandante general de la Policía Nacional”.

Los ascensos irregulares

Pero esta crisis data incluso de antes. Desde noviembre del 2021, cuando se comenzó a conocer las denuncias sobre ascensos irregulares en la PNP, caso en el que Javier Gallardo también estaba implicado. Un motivo más que sumaba al desacuerdo e incomodidad tanto de Guillén, como de dentro del Mininter y la propia PNP de seguir trabajando con Gallardo.

Justamente, la semana pasada, ante la Comisión de Defensa y Orden Interno del Congreso, el ex sub comandante general de la PNP teniente general Javier Bueno Victoriano reafirmó que, durante el proceso de ascensos para el grado de general en la institución policial, se registraron pagos ilegales. Bueno formuló la denuncia de irregularidades y de presuntos sobornos, después de que el comandante general de la PNP, teniente general Javier Gallardo, lo sacó de la Junta Selectora de Evaluación para Generales de Armas, y lo incorporó a la Junta Selectora de Evaluación para Generales de Servicios, que es mucho menos relevante. Esto se debió a que Bueno cuestionó cómo Gallardo conducía el proceso.

Durante su testimonio ante la Comisión de Defensa, el general Javier Bueno mencionó, además, la presunta intromisión en este caso del ex secretario general de la Presidencia Bruno Pacheco Castillo. Relató que oficiales del grado de coronel que postulaban al ascenso a general PNP, que sostuvieron reuniones con Pacheco, luego fueron promovidos de grado. Mencionó como ejemplo las visitas de los coroneles Jesús Rivera López, Nicacio Zapata Suclupe y Victor Guillén Vega. De estos dos, el general Gallardo luego propuso y consiguió el ascenso de Rivera y Zapata.

Bueno relató al Congreso que varios coroneles de la PNP le manifestaron que habrían pagado entre 25 a 40 mil dólares cada uno, para ascender al grado de general. “Pese a que no cumplían con los requisitos, ascendieron”, dijo. Además, señaló que Javier Gallardo, cambió las directivas sin fundamento legal y técnico. De esta manera, el puntaje de la entrevista personal pasó de 30 a 50, reduciendo el nivel de los méritos que tarda en obtener durante 29 años un oficial de carrera policial.

El 12 de noviembre del 2021, el general Javier Bueno presentó un informe sobre las  anomalías en el proceso de ascenso al viceministro del Interior, general PNP en retiro Óscar Gonzáles Rabanal. Al notar que no tenía una respuesta, finalmente, decidió solicitar su pase al retiro por motivos estrictamente personales.

Sobre este escándalo aún sin resolver, el nuevo ministro del Interior dio hoy unas breves declaraciones en las que dijo que “no hay borrones ni cuentas nuevas” en el proceso de ascensos en la Policía Nacional del Perú (PNP). Específicamente dijo que “No hay borrones ni cuentas nuevas. Me he hecho cargo de mi cartera del Interior y he encontrado el nombramiento de los ascensos, que lo ha hecho el comando anterior. Sin embargo, nuestra Inspectoría realizará el seguimiento respectivo referente a las denuncias y evidencias que se puedan presentar”, expresó.  Ojalá no sea ya muy tarde.

Problemas desde Barrenzuela

Como se recuerda, Avelino Guillén asumió el cargo de Ministro del Interior el 4 de noviembre del año pasado, casi de emergencia, luego de la renuncia de Luis Barrenzuela al mismo cargo, tras estar envuelto en el escándalo por realizar una fiesta el 31 de octubre en su casa, en horas de la noche y madrugada,  pese al estado de emergencia por la covid-19.

Pero el problema de Barrenzuela nisiquiera era solo que haya celebrado a lo grande por Halloween o el Día de la Canción Criolla, sino por su propia hoja de vida que encendió todas las alertas desde que juró al cargo. De acuerdo con el Consejo Privado Anticorrupción, Luis Barranzuela tuvo 158 sanciones en su trayectoria en la Policía Nacional; acumula sanciones por abandono de servicio, abuso de autoridad, entre otras; fue dado de baja en 1993 por medida disciplinaria, aunque reincorporado luego por mandato judicial; en 1996 desaprobó la evaluación interna de conocimientos de la PNP y fue pasado al retiro en 2012 por renovación de cuadros.

Y además, por si no fuera mucho, Barrenzuela como abogado penalista tuvo cercanía y defensa legal de personajes como Vladimir Cerrón y Guido Bellido, del partido Perú Libre. Cuando asumió el cargo de ministro en el gabinete que presidía Mirtha Vásquez,  Barranzuela notificó a la Fiscalía su renuncia a la defensa de Perú Libre. Sin embargo, recibió en su despacho a su abogado Ronald Atencio, quien representa en sus respectivos casos a Guillermo Bermejo y Vladimir Cerrón.

Mientras tanto, desde ayer jueves rige  la declaratoria de estado de emergencia en Lima y Callao por 45 días para combatir la delincuencia que anunció el nuevo ministro del Interior Alfonso Chávarry, junto al ministro de Defensa José Luis Gavidia. Chávarry ha aclaro que la PNP es la autoridad principal que va a ejecutar y hará cumplir el estado de emergencia con el apoyo de las Fuerzas Armadas.

Y, por si fuera poco, esta mañana el nuevo comandante general de la PNP, Vicente Tiburcio anunció esta mañana que no tienen ninguna autorización para que se realicen las marchas ciudadanas convocadas para mañana en contra del premier Valer y del gobierno. Pidió incluso que la gente no salga a las calles porque “la policía va a tomar acción”. Como dijo Hurtado Miller en 1990 al anunciar el recordado “Fujishock”: “Que Dios nos ayude”. Sobre todo necesita esta ayuda el tan venido a menos Ministerio del Interior.

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